lunes, 15 de marzo de 2010

Maldades cotidianas I

Hacía tiempo que no entraba en el chat gay. Y nunca lo había hecho sólo. Cuando era más imbécil que ahora entraba con un amigo y nos echábamos unas risas interactuando con los nicks más llamativos de la sala. Pero ahora tenía un objetivo.

Lo que no dejaba de sorprenderme era la cantidad de ventanas que me abrían. Si colocas un nick como “Hetero lo que sea” te conviertes por fin en un hombre solicitado. El problema de un chat hetero es que tengo que buscarme yo la vida. Puedo dejar mi nick allí, no importa que sea “tonto pollasesedecrespúsculo”, que nadie me abre ventanas. Puedo irme a merendar, pasar una tarde en el cine, incluso irme de viaje a Estocolmo… Al regresar tengo posibilidades de que ninguna fémina se haya dignado abrir una ventana por sí misma. Soy el yo el que tiene que hacer cola virtual junto a otros buitres y repetir “hola” hasta la saciedad a todas las que encuentre en la sala y con suerte captar la atención de alguna con mi labia escrita. Por eso hacía años que no visitaba un chat.

Pero en el gay era diferente. Ahí ya sabía lo que debe sentir una mujer cuando se le van abriendo ventanas y ventanas de seres humanos hambrientos única y exclusivamente de su sexo. Era difícil mantener una sola conversación con uno. Y claro, como en todo chat de hombres y solo hombres, por muy gays que sean, el comportamiento es de lo más masculino, el sexo es un fin, nunca un medio. La vida sexual de los homosexuales debe ser como mínimo abrumadora. Se junta el hambre con las ganas de comer. Todos buscan lo mismo y lo buscan a todas horas, de pensamiento y obra. En el fondo me estaban dando un poco de envidia pero no podía hacer nada por cambiar lo que pensaba al respecto. Este es un tema en el que las erecciones no me acompañan.

Y entonces me centré en los más desagradables. Me llamaron poderosamente la atención pedófilo no sé cuantos (no sé qué quería con un hetero), follaperros y Sádico37. Por extraño que parezca estos estaban interesados en mí.

Con la velocidad que caracteriza las relaciones entre hombres que van a lo que van, no tardaron más de cinco minutos en pedirme el teléfono. Sólo uno se interesó por cómo era y apenas le dio tiempo a leer mi descripción porque sin pedir foto enseguida dijo que adelante, que si nos veíamos ya. Todos tenían ganas y no se iban a detener en minucias como aspecto físico, personalidad o posibilidad de que yo fuera un asesino en serie que asesinase homosexuales.

Les pedí a todos que me llamasen a altas horas de la madrugada y después de algún esfuerzo lo conseguí. Les di el nombre por el que debían preguntar (el de otra persona, claro). Les dije que si se ponía una mujer que daba igual, que ella “ya lo sabía”. Les dije que si no cogía el teléfono que insistiesen. Finalmente les di el ansiado número que me pedían.

Era el de mi jefe, por supuesto.


9 comentarios:

  1. Que fuerte, tú y tus malvados planes a Perejil Maligno. Besos. Mañana es mi cumpleaños, que asco....niña princesa esta triste...

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  2. jajajajajajaaja, fulll jugada mi hermano, bacana la baina. que se joda la mujer del jefe, jajajajaja.
    un abrazo

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  3. jajjajjajja!!Oye esa maldad es digna de un perverso retorcido!!pero bueno tu jefe por lo k he leido por aki puede k se lo merezca..aunk a lo mejor hasta le gusta k le llame sadico37 o aun mejor follaperros.
    Yo he entrado muchas veces en chats....es lo k tiene ser tan curiosa ...y aveces es verda k la curiosida mata al gato ...y de k forma!!!(kiza algun dia escriba sobre eso)
    Ah...yo no esperaba a k me dijesen hola ,lo decia yo...k sino me aburria :P
    y digo una cosa,debias estar muuuuuuuy muuuuuuy aburrido para entrar en ese chat(creo k entendi medio bien tu post pork las letras se juntan en plan pegote y hay partes k no hay manera de saber claramente k dices..llega a ser algo mareante )
    Un beso

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  4. Pues sí, Lissi, no me aclaro con la edición de mi propio blog. El tuyo en cambio se lee fácilmente. En fín... ¿Qué tamaño de letra usas?

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  5. Perejil,ja,ja. No me acordaba. Qué motes tan cariñosos para ese cabronazo.

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  6. Pues uso una mas grande...(uy eso sacado de contexto sonaria algo ...raro?..jejjej)
    Pero bueno la k pusiste ahora esta mucho mejor.Mis ojos te lo agradecen muchisimo :)

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  7. A veces las circunstancias nos obligan a ser un poco "cabroncetes". Podemos ir de románticos y mil cosas, pero es que con determinadas historias o nos hacemos un poco malos o nos petan (literalmente).

    De todos modos te has pasado, David, jaja. En el fondo suelo portarme bien y ser pura palabrería (bueno, a veces)

    Un beso.

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  8. Espero no provocar hasta que lleguen a ese punto.
    Es la caña. Menuda pieza, menuda imaginación y qué bien contado para variar.

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