El otro día, leyendo un foro de frikis sobre cómics (prefiero no dar detalles de lo que hacía yo en ese lugar virtual) leí sorprendido el mensaje casi histérico de uno que estaba para el psiquiátrico. Sé que friki y psiquiátrico pueden parecer sinónimos pero en el mundo de los aficionados a las series de culto, comics, etc. hay gente inteligente que trabaja y hasta que puede llevar una relación de pareja(o no llevarla pero ser normal). Pero este tipo no parecía tener nada de eso. Dedicaba más folios de los que fui capaz de leer a destrozar con rabia la serie que había escrito un guionista inglés para un tebeo americano. Ese esfuerzo suponía horas de trabajo. Un trabajo que me resultó estéril pero no le respondí porque no quería mantener correspondencia con un tarado. Aportaba más de treinta argumentos para decir lo malo que era el escritor del comic y todos se resumían en el mismo: buscar la referencia o referencias de las que había sacado tal o cual personaje. Simplemente nos quería transmitir que el guionista no partía de cero para escribir sus historias y pasaba por alto el hecho de que muchas eran parodias inteligentes y no plagios. Luego defendía a sus ídolos, los clásicos. Defendía guionistas originales que han envejecido mal y que hacen que hoy en día el comic siga pareciendo un arte menor para niños. Pero él los defendía porque eran los originales. ¿Originales? Leyendo los nombres que soltaba no podía evitar pensar en las veinte mil referencias previas que habían llevado a esos guionistas a escribir sus propios y “originales” personajes.
Me quedé con ganas de explicarle algo. En el arte, como en casi cualquier disciplina, el ser humano nunca parte de cero. Todo se construye sobre una base y no surge por generación espontánea. Cuando un autor de tal o cual libro nos parece original estamos aplaudiendo su estilo, la voz personal y única que nos llega y que le distingue de otras voces que no nos llegan de ese modo al alma. Pero no perdamos de vista que el hecho de no conocer sus referencias no significa que no las tenga y que su arte no se apoye en el de otros autores previos.
Es un aprendizaje básico de la literatura que la originalidad total no existe. Cierta profesora del instituto me sacó de ese sueño de la existencia de lo novedoso cuando descubrí que Molière plagiaba en una de sus comedias al latino Plauto. Además de explicarme que en otros tiempos no se aplaudía tanto la originalidad de los argumentos y que eso es cosa del siglo XX y en adelante, me explicó lo que significa tener un estilo propio y los méritos del dramaturgo francés(al que curiosamente no he vuelto a leer pero por ningún motivo en especial).
La mente humana es mas limitada de lo que parece y necesita del recurso de maestros previos para dar un paso más. Primero se aprenden reglas y luego se destruyen o se retocan o se afinan.
Con la ideología política ocurre algo similar y el asunto aquí sí que es grave porque absolutamente todos hablan igual. Los de izquierdas, derechas o centro son cada vez más clónicos. Y los rebeldes que les atacan se parecen a los rebeldes que atacan a otros políticos en cualquier tiempo y lugar.
Por todo lo dicho nunca moriría voluntariamente por una idea ni discutiría mucho tiempo sobre un autor basándome en su presunta originalidad ni escribo en foros dónde se cuela un Friki o su mutación en troll. Las ideas se defienden mejor cuando respiras y los antagonistas te rebaten mejor cuando no los matas con una bomba.
Los insultos tampoco aportan demasiado a este o cualquier otro discurso.
Suelo aprender más con la flexibilidad bien entendida.
Ahora convencedme de que me equivoco.
Vale usar argumentos de madre??? Porque sí y porque no xDDDDD
ResponderEliminarBueno siempre dije que los fanatismos son malos ya sean religiosos, políticos o frikis
No seré yo quien te vaya a convencer de lo contrario. Si no estuviéramos afectados por lo que mamamos, ni literatura ni pollas -con perdón-
ResponderEliminarEl friki ese debía tener el día torcido, pero mucho, para dedicar tanto tiempo a esa inútil tarea. Muy apropiado el título.
después de dante no hay nada original. punto
ResponderEliminarcreo que fue lo primero que aprendí en la carrera . o lo segundo
antes de dante, hacía mucho tiempo que no había nada original. punto y coma
en nuestra época (para mí el xvii fue anteayer), lo último parecido a algo original fueron los rusos. mentira cochina: sólo porque nos habíamos olvidado de los griegos
(no lo había leído, me llamó la atención el título y aquí me hallo)
por cierto, guillermo (shakespeare) no tiene un solo argumento original. ni uno
besos